viernes, 1 de agosto de 2014

EL MAL SERVICIO: YO NUNCA INSULTÉ A LAS MESERAS

Presento a los amables lectores de este blog un pequeño divertimento de Harry Golden referente a "Las Mil caras del Mal Servicio". Que lo disfruten

Yo nunca insulté a las meseras

Por Harry Golden




Tengo por norma no quejarme nunca en un restaurante, porque sé perfectamente que hay más de cuatro billones de soles en la Vía Láctea, que es una de tantos billones de galaxias. Muchos de esos soles son miles de veces mayores que el nuestro, y son los ejes de sistemas planetarios completos, que incluyen millones de satélites que se mueven a velocidades de millones de kilómetros por hora, siguiendo enormes órbitas elípticas. Nuestro propio sol y sus planetas, incluida la Tierra, están en el borde de esta rueda, un diminuto rincón del universo. Así pues, ¿por qué tantos millones de soles en constante movimiento no acaban chocando unos contra otros? La respuesta es que el espacio es tan bastamente amplio, que si redujéramos los soles y los planetas proporcionalmente a las distancias entre ellos, cada sol, siendo del tamaño de una mota de polvo, estaría a dos, tres o cuatro mil kilómetros de su vecino más próximo. Y ahora, imagínese usted, estoy hablando de la Vía Láctea –nuestro pequeño rincón-, que es nuestra galaxia. ¿Y cuántas galaxias hay? Billones. Billones de galaxias esparcidas a través de un millón de años luz. Con la ayuda de nuestros precisos telescopios se pueden ver hasta cien millones de galaxias parecidas a la nuestra, y no son todas. Los científicos han llegado con sus telescopios hasta donde las galaxias parecen juntarse y todavía quedan billones y billones por descubrir.

Cuando pienso en todo esto, creo que es tonto molestarse con la mesera si trajo consomé en lugar de crema.




Golden, Harry (1976). Yo nunca insulté a las meseras. En E.Valadés (Compilador) El libro de la imaginación. México: Fondo de Cultura Económica



sábado, 10 de mayo de 2014

LA PARADOJA DE LA ELECCIÓN: ¿MÁS OPCIONES IGUAL A MEJOR SERVICIO?

Por Joaquín E. Mendoza Alfaro

Director de C3: Consultoría y Capacitación en Calidad del Servicio

Hace algún tiempo me llego esta pieza de “humor por Internet” que ilustra perfectamente la "paradoja de la elección" (análisis al final):



CLIENTE: Buenas tardes. Un café por favor…
STARBUCKS: Buenas tardes. Bienvenido a Starbucks Plaza Dorada, donde servimos el mejor café del mundo, soy Antonio, su “coffee-tender” en turno. ¿En qué puedo servirle?
CLIENTE: Bueeenas taaardes. Le repito: un café por favor…
STARBUCKS: ¿Qué tamaño desea?
CLIENTE: Chico.
STARBUCKS: No tenemos chico. Tenemos Tall, Grande, Gigante, Super grande y Máximum…
CLIENTE: … ¡! … ¿El más chico de todos esos?
STARBUCKS: Es el Tall.
CLIENTE: ¿Que “Tall” no significa “alto” en español? … ¿alto = grande?
STARBUCKS: No sabría decirle señor… ¿cómo quiere su café?
CLIENTE: (Suspiro de resignación)… Mmm… ¡con leche!
STARBUCKS: Si, pero lo quiere descafeinado, expreso, americano, mexicano, italiano, colombiano, venezolano, brasileño…
CLIENTE: Quiero un café café, nada de descafeinado ni de otras cosas raras… un café americano normal con leche.
STARBUCKS: ¿Late?
CLIENTE: ¿Qué? ¿Qué late qué?
STARBUCKS: Que si lo quiere late…
CLIENTE: ¡Quiero un café con leecheeee!… ¡No sé cómo le digan ustedes…!
STARBUCKS: ¿Quiere agregar un sabor? Tenemos vainilla, caramelo, chocolate, canela, “beylis”, cajeta, rompope, moka y el nuevo sabor del mes: ¡chocobanana!
CLIENTE: ¿Cómo??? … No gracias, quiero un café… café + leche = café con leche… café con leche y ya!!!
STARBUCKS: Ok… déjeme ver… tengo leche de soya, leche condensada, leche evaporada, leche de coco, o bien, leche entera, descremada, semidescremada y deslactosada y non-fat!… Ah! y crema líquida, en polvo y crema chantilly, todas de vacas contentas, orgánicas, no transgénicas y de empresas ecológicas, autosustentables y socialmente responsables…
CLIENTE: Es una broma, ¿verdad?
STARBUCKS: ¿?
CLIENTE: Mira, mejor así déjalo, sin leche… y no sé cómo le digan aquí al azúcar, pero si se puede, lo quiero con azúcar y si eso es mucho problema, pues así me lo tomo solo, sin azúcar…!!!
STARBUCKS: No señor, ¿cómo cree…? no es ningún problema, pero puedo ofrecerle azúcar glass, mascabado, estándar, refinada, tanto de caña como de remolacha, orgánica no transgénica; también tenemos splenda, canderel, sacarina, miel de abeja, miel de maple, miel de agave, fructosa…
CLIENTE: … (mascando vidrio) … ¡Con azúcar, A Z Ú C A R ! Azúúúúúcar, normaaaal… carajoooo!
STARBUCKS: Ok, perdón señor… este… ¿lo quiere frio o caliente?
CLIENTE: ¡Pues caliente! … ¿O cómo chingaos lo hacen ustedes…?
STARBUCKS: Es que puede ser caliente, frío, con hielos, helado, frapuchino – o sea: con hielo frappé -, con nieve de café, de chocolate, de vainilla, de moka, de “beilys” y el nuevo sabor del mes: ¡chocobanana!
CLIENTE: ¡Caliente! Como Dios manda! … No entiendo… qué complicaciones!!!
STARBUCKS: (impávido) ¿Regular o cappuccino?
CLIENTE: ¿¿¿Eh??? Pues regular, o sea, normal… ¿Te refieres a esos con nievecita, bastante ridículos? ¿Esos que piden pa’ ponerle crema y chispitas y todas esas jaladas?
STARBUCKS: (impávido) Se llaman condimentos, señor… ¿Para aquí o para llevar?
CLIENTE: ¿Cuál es la diferencia??
STARBUCKS: Si es “para aquí” se lo puedo servir en taza de cerámica y si es para llevar se lo debo de servir en contenedor desechable.
CLIENTE: … (esforzándose para mantener la calma) ¿Y si es “para aquí” y lo quiero en contenedor desechable…?
STARBUCKS: (condescendiente) Mmmmmmmm… está bien, se lo puedo servir “para aquí” en contenedor desechable.
CLIENTE: …
STARBUCKS: Disculpe, cuál es su nombre? (agarra un vaso desechable, un plumón y amaga con comenzar a escribir)…
CLIENTE: (mirando suplicante al cielo) ¿Mi nombre..??? ¿Para qué quieren mi nombre? (in crescendo hasta convertirse en gritos ahogados) ¿Acaso lo que sigue es mostrar mi identificación para comprar un pinche café? ¿Qué les pasa?
STARBUCKS: … (impávido) … …… …
CLIENTE: Está bien, me llamo Pepe…
STARBUCKS: Muy bien, Pepe, sale un café Tall caliente, sin leche y sin el sabor nuevo del mes (¡chocobanana!) y sin ningún otro condimento, “para aquí” pero en contenedor desechable, con azúcar normal… ¿alguna otra cosa?
CLIENTE: …
STARBUCKS: Gracias por venir a Starbucks X, donde servimos el mejor café del mundo, le atendió Antonio, su “coffee-tender” en turno… ¿alguna otra cosa que pudiera hacer por usted?
CLIENTE: Se me ocurren algunas, pero mejor así déjalo…
STARBUCKS: (interrumpiendo) Lo paso con mi compañero Roberto, nuestro cajero en turno…
 (Pepe camina 1 paso y se enfrenta al sonriente cajero en turno).
BOB: Buenas tardes bienvenido a Starbucks X, donde servimos el mejor café del mundo, soy Roberto, su cajero en turno. ¿En qué puedo servirle?
CLIENTE: …??? Voy a pagar un café…
BOB: (observando atento su pantalla) Pepe, pediste un café Tall caliente, sin leche y sin el sabor nuevo del mes (¡chocobanana!) y sin ningún otro condimento, “para aquí” pero en contenedor desechable, con azúcar normal… ¿Es correcto?
CLIENTE: (silencio, mirando fijamente al cajero)…
BOB: ¿No desea agregar a su compra nuestra promoción de la semana que son dos galletas por $59.90 o 3 galletas por $89.90? Tenemos de nuez de macadamia, de nuez de castilla y de nuez de Chihuahua , de avena con arándanos, de kiwi con fresas y el nuevo sabor del mes: ¡chocobanana! que combinaría con su café si lo hubiera pedido de chocobanana…
CLIENTE: (interrumpiendo con gritos desaforados) ¡¡¡NOOOOOOOOOOOO, QUE SOLO QUIERO UN CAFÉÉÉÉÉ, UN SIMPLE CAFÉ… ME LLEVA LA CHINGADA CON USTEDES…!!! (y se queda pensando: ¿de que tamaño serán esas pinches galletas tan caras…?)
BOB: (impávido) Está bien Pepe, son $55 pesos.
CLIENTE: (vociferando y ahora ya en color púrpura) ¿QQQQUUUUUÉÉÉÉÉÉ´??? … ¿CINCUENTA Y CINCO PESOS POR UN PINCHE CAFÉ???
BOB: … (impávido)…
CLIENTE: (mirando intermitentemente al STARBUCKS, BOB y los demás espantados clientes del lugar) ¿Saben qué? Cambié de idea: ¡Ya no quiero nada y váyanse todos a …. (beep)!!!!
BOB: Pepe, fue un placer atenderte, soy Roberto, su cajero en turno, que le vaya bien, esperamos que haya disfrutado su estancia y regrese nuevamente a Starbucks X, donde servimos el mejor café del mundo…



 PEPE LLEGA A UN OXXO :
OXXO: (el empleado muy ocupado, como siempre en todos los OXXOS, revisando papeles y haciendo cuentas, sin levantar la vista) Buenas noches…
CLIENTE: (sin responder al saludo) Un café con leche…
OXXO: Ahí en el mostradorcito está todo. Agarre lo que quiera y aquí le cobro… son 10 pesos del café…
CLIENTE: Aquí tiene… Gracias, muchas gracias, que Dios lo bendiga, buen hombre… que sea usted muy feliz el resto de su vida ♥
OXXO: (observando asombrado a aquel hombre que se aleja con aire satisfecho y relajado mientras toma el primer sorbo de su café con leche) No cabe duda que aquí en esta chamba uno se encuentra con cada personaje tan raro…

¿Cómo entender esto? ¿Cómo interpretarlo?

Según Schwartz(2005),  una mayor variedad de opciones no suele causar satisfacción, sino más bien todo lo contrario. Se supone que entre más opciones es mejor porque tenemos la "libertad" de elegir. Y se supone que eso nos debe hacer sentir bien como clientes. Pero en vez de una sensación de liberación, nienestar o satisfacción, dice Schwartz (2007), nos provoca parálisis: muchas posibilidades entre las que escoger, reduce a uno a un estado de indecisión paralizante. Y, aún en el caso de que se supere la parálisis, uno siente menor satisfacción que en una situación similar donde hubieran menos opciones.



Schwartz desmenuza la idea de que aunque una mayor elección es beneficiosa, el exceso puede llegar a  causar remordimiento y/o anticipación de remordimiento en el cliente, obligándole a valorar los costos de oportunidad perdidos (las decisiones son dolorosas cuando uno piensa a lo que se ha visto obligado a renunciar), provocando una escalada de expectativas desproporcionadas  que desembocan en una sensación de culpa cuando no se cumplen (si uno elige una alternativa menos que perfecta, con tantas opciones disponibles, el responsable es uno, que ha tomado una decisión incorrecta).

En términos de servicio la paradoja de la elección nos remite al “factor molestias”: las incomodidades que el cliente ha de soportar para obtener la prestación interesada (Huete y Pérez, 2003). Cómo se ha visto en este ejemplo tan "chusco", este es un factor de molestia en el cliente ampliamente minimizado, por la falsa creencia de que entre más opciones mejor servicio.

Por otra parte esto ilustra también otra suposición errónea del servicio: creer que el cliente conoce (o debiera conocer) nuestros servicios. Si lo analizamos con un poquito de lógica, evidentemente esto es una tontería. Pero hay quien da por hecho que así debería ser.
¿Que hacer antes esto? (1) Detectar a los clientes que no nos conocen o apenas nos estan conociendo y (2) explicarle los servicios...¡y opciones!

Referencias:

·    Huete, L.M. y Pérez, A. (2003). Clienting: Marketing y servicios para rentabilizar la lealtad. Barcelona: Deusto.

·     Schwartz, B. (2005). Por qué mas es menos: la tiranía de la abundancia. Madrid: Ed. Taurus.


· Schwartz, B. (2007).  Barry Schwartz: The paradox of choice. http://www.youtube.com/watch?v=XXRm7qbbYSk.

martes, 4 de marzo de 2014

LAS MIL CARAS DEL MAL SERVICIO: 1

Por Joaquín E. Mendoza Alfaro
Director de C3: Consultoría y Capacitación en Calidad del Servicio

En esta sección del blog publicaré las diferentes “nuevas formas” de ofrecer el mal servicio, las “innovaciones”, tonterías, estupideces y errores garrafales en los que incurren los prestadores de servicio. Empezamos…


Recientemente (25 de febrero de 2014) “Time” publicó en su página de internet una noticia por demás “grotesca” (reportada previamente por WTVR.com, un estación de televisión local del estado de Virginia): dos mujeres que compraron comida en un “Burger King” se dieron cuenta que les mandaron un “recadito” impreso en el ticket de compra. El recadito en cuestión es por demás soez (por lo que ni siquiera lo traduciré).



Supongo que en el espacio donde se capturaron los insultos era destinado para anotar el nombre del cliente, pero la “creatividad” e ilimitada estupidez del empleado(a) le permitió insultar a sus clientes. Pero eso no es lo peor (en términos de servicio): la forma en que fue gestionado el reclamo legítimo de las clientas fue pésimo. El “gerente” del establecimiento se limitó pedir disculpas y ofrecer cupones (y les regresó el ticket a las clientas), el gerente de distrito mencionó que estaban tratando de identificar a los “traviesos” empleados para despedirlos y el corporativo mando un comunicado a los medios donde mencionan que el servicio al cliente es su prioridad y un valor y que están tratando de “identificar a los malos empleados para poner un correctivo”.

Evidentemente, la molestia mayúscula de las clientas hizo que acudieran a medios como la televisión por lo que el daño a la imagen y marca de estas “hamburgueserías” de marras es inmenso.



Pero al buscar esta noticia en Internet me di cuenta que esta no es la primera vez que ocurre algo semejante en esta cadena:

En noviembre de 2010, de acuerdo al “DiarioVeloz.com”, dos empleados de Burger King   en la ciudad californiana de Sacramento fueron despedidos por insultar a un cliente mediante el ticket de compra:

“Fueron dos los insultos y dos los empleados despedidos que utilizaron el comprobante de pago para insultar a Francisco Pérez en un local de la franquicia Burger King en California, Estados Unidos. No menor fue la sorpresa de Francisco cuando, después de hacer su pedido por un importe de u$s 9,22, recibió su ticket y encontró impresa y repetida la expresión "FUCK YOU" ("jodete"). Cuando se percató del insulto, se lo mostró al empleado y la única respuesta que obtuvo fue una sonrisa socarrona. "Realmente yo estaba avergonzado y esto es humillante", declaró Pérez a los medios.
La denuncia mediática fue determinante y la empresa tomó acciones de inmediato: despidió a ambos empleados implicados y cuyos nombres figuran en el comprobante. También le ofrecieron al damnificado algunos vales gratis pero fueron rechazados”.
¿Y qué esperaban?



Pero parece que los sistemas informáticos (mal diseñados y manejados) proveen de este tipo de "oportunidades" a los empleados patanes…en todo el mundo.

Ahora es en Venezuela. El periódico “Lea Noticias” publica el 98 de marzo de 2013: “Cajero “homofóbico” insulta a los homosexuales en sus tickets”.

Evidentemente, la empresa se lavó las manos y alegó que un hacker se metió en sus sistemas. ¡Upps! ¡Qué falta de...responsabilidad! 

Pero no paramos. En el 2012, tres muchachas californianas de origen mexicano tuvieron la mala idea de ir comer unas hamburguesas (¡para variar!), pero al pedir la cuenta se quedaron sin habla y…¡se pusieron bravas! Y no es para menos: el “torpe” mesero (torpe: palabra políticamente correcta, pero se me ocurren otra más “mexicana”) las identificó como “Chicas gordas” (“Fat girls”)…en el ticket.



Pero las cosas, no obstante, fueron de mal en peor: “la cara del jefe denotaba que le parecía gracioso, pero a la vez trataba de no reírse”, cuenta una de las muchachas, explicando cómo este les ofreció, para intentar calmar los ánimos, un descuento del 25%, que luego elevó hasta el 50%”, pero las afectadas se negaron rotundamente. ¡Qué generosidad!

Pero el insulto fue tan grave que, nuevamente, las agraviadas llegaron a las noticias. 




Y estúpidamente, los directivos del restaurante se "disculpan" en pésima forma, vía Facebook: 
"Mofarse o insultar a un cliente o empleado es intolerables en nuestro establecimiento"
¡Si como no!

Obviamente, todo esto repercutió en pésima publicidad para este restorancillo de Sacramento.

Es evidente que estas empresas (y sus franquiciatarios) tienen severos problemas con su personal: en su contratación, en su capacitación, en su supervisión, en sus procesos, en sus sistemas informáticos y de recuperación de clientes y un pésimo manejo de los medios. Pero esto nos tiene que hace pensar en (1) las terribles consecuencias de una pésima atención por los empleados y (2) el poder que tienen los clientes.



Referencias:


  • http://newsfeed.time.com/2014/02/25/burger-king-receipt-profanity/
  • http://www.diarioveloz.com/notas/10558-doble-insulto-via-ticket-
  • http://mx.noticias.yahoo.com/insultadas-como--chicas-gordas--en-la-cuenta-de-un-restaurante-171157719.html